31 de julio de 2011

C2: Bibliografía para el Entusiasta

´1000 Tests: Para el Quinto Curso de la Escuela Oficial de Idiomas/Nivel 5´, (1996) Editorial Stanley
´Curso Superior de Español´, (1991), Concha Moreno García, SGEL
´Temas de Grammática´, (2009), Concha Moreno, SGEL
´Método de Español para Extranjeros´, (2010), S Millares, Edinumen
´Como lo Oyes: Nivel Superior´, (2008), C M Montero, SGEL 
´¿A qué no sabes? Curso de Perf para extranjeros´, (2008), L M Lopez y N S Baulenas, Edelsa
´Dominio: Curso de Perf´, (2008), D Gálvez, L Quintana, N Gálvez, Edelsa
´Preparación para el diploma C2´, (2009), Edelsa
´Diccionario de dichos y frases hechas´, (2009), A Buitrago, Espasa Léxicos
Examenes Pasados de C2 desde el Instituto Cervantes

Crisi y Systema por M Castells/La Vanguardia Digital

Crisis y sistema

No es crisis para el sistema, porque el capital financiero sale ganador a costa de imponer la crisis a personas y gobiernos

Artículos| 30/07/2011 - 00:00h / Manuel Castells
Cuando miles de indignados afirman que no es una crisis sino que es el sistema el causante de los múltiples problemas que nos aquejan están diciendo algo tan básico como que si no se tratan las raíces, si persisten las causas, producen las mismas consecuencias.

¿Pero de qué sistema hablamos? Muchos dirían capitalismo, pero eso es poco útil pues hay muchos capitalismos. Hay que partir de lo que se vive como crisis para entender que no es una patología del sistema sino el resultado de este capitalismo. Es más, la crítica se extiende a la gestión política. Y surge en el contexto de una Europa desequilibrada por un sistema financiero destructivo que conduce a la crisis del euro y suscita la desunión europea.

En las dos últimas décadas se ha constituido un tipo de capitalismo global dominado por instituciones financieras (los bancos son sólo una parte) que viven de producir deuda y cobrar por ella. Para aumentar sus ganancias las financieras crean capital virtual mediante derivados y se prestan las unas a las otras incrementando el capital circulante y por tanto los intereses a percibir. En promedio, en Europa y EE.UU. los bancos disponen sólo de un 3% del capital que deben y son considerados solventes si llegan al 5%. El otro 95% circula incesantemente y se diluye en múltiples acreedores y deudores relacionados por un mercado volátil escasamente regulado. Dícese que unas transacciones compensan otras y el riesgo se reparte. Para cubrirse se aseguran, pero las aseguradoras también prestan el capital que deberían reservar. Tranquilos porque se presupone que en último término el Estado (o sea nosotros) enjuga las pérdidas a condición de que sean suficientemente grandes. El efecto perverso de este sistema, operado por redes informáticas mediante modelos matemáticos sofisticados, es que es tanto más rentable (para las financieras y sus financieros) cuanto más presta aun sin garantías. Y aquí entra otro factor: el modelo consumista que busca el sentido de la vida comprándola de prestado.

Como la mayor inversión de las personas es su propia casa, el mercado hipotecario (cebado con intereses reales negativos) se hizo jauja y estimuló una industria inmobiliaria especulativa y desmesurada, depredadora del medio ambiente, que se alimentó de trabajadores inmigrados y dinero prestado a coste cero. Ante tal bonanza quedaron pocos emprendedores para apostar por innovación. Incluso empresas tecnológicas, grandes o pequeñas, usaron su negocio como base para su revalorización en el mercado bursátil. No eran los beneficios de la empresa sino su valor capitalizado lo que realmente contaba. Para muchos innovadores ser comprados era la máxima aspiración. La clave de esta pirámide especulativa era la imbricación de toda esa deuda, de forma que los pasivos se convertían en activos para garantizar otros préstamos. Cuando los préstamos no se pudieron pagar y empezaron las bancarrotas de empresas y personas, las quiebras se propagaron en cadena hasta llegar al corazón del sistema, las grandes aseguradoras. Ante el peligro de colapso de todo el sistema, los gobiernos salvaron a bancos y financieras.

Cuando se secó el crédito a las empresas la crisis financiera se convirtió en industrial y del empleo. Entonces los gobiernos asumieron el costo de del desempleo y de la reactivación económica. Como subir impuestos no da rédito político pidieron prestado a los mercados financieros, incrementando su ya elevada deuda pública. Cuanto más especulativas eran las economías (Grecia, Irlanda, Portugal, Italia, España) y cuanto más cortoplazistas los gobiernos, mayor gasto público y mayor deuda. Como la deuda era en euros los mercados siguieron prestando contando con la UE. El resultado fue la crisis fiscal de varios países amenazados de suspensión de pagos. La crisis fiscal se convirtió en nueva crisis financiera al cuestionar el euro y al aumentar la prima de riesgo a los países sospechosos de futura insolvencia. Y como la deuda de los países estaba en manos de bancos alemanes y franceses había que salvar a los países para salvar a los bancos. La condición ha sido imponer la austeridad en gasto social y la reducción en empresas y empleo del sector público, con pérdida de soberanía económica de varios países, incluida España. Y así se llega a los despidos, aumento del paro, reducción salarial y recortes de servicios sociales, coexistiendo con ganancias sin precedentes para el sector financiero. Claro que hay unas cuantas cajas y bancos que hay que poner en orden, pero se intervienen, se venden y a seguir. Por eso no es crisis para el sistema, porque el capital financiero sale ganador a costa de imponer la crisis a personas y gobiernos. De paso se disciplina a los sindicatos y a los ciudadanos. Y así la crisis se hace crisis política.

Porque la otra característica clave del sistema no es económica sino política. Se trata de la ruptura del vínculo entre ciudadanos y gobernantes. "No nos representan", dicen muchos. Los partidos viven entre ellos y para ellos. La clase política es una casta con un común interés en mantener el reparto de poder mediante un mercado político-mediático cada cuatro años. Auto-absolviéndose de corruptelas y abusos mediante la designación política de la cúpula del poder judicial.

Así asegurado el poder político pactan con los otros dos poderes: el financiero y el mediático, que están profundamente imbricados. Y mientras la economía de la deuda marche y la comunicación se controle, la gente hace su vida y pasa de ellos. Ese es el sistema. Y por eso se creían invencibles. Hasta que la comunicación se hizo autónoma y la gente se enredó, Y juntas perdieron el miedo y se indignaron. ¿Adónde van? Cada cual tiene su idea, pero hay temas comunes: que los bancos paguen la crisis, control de políticos, internet libre, una economía de la creatividad y un modo de vida sostenible. Y, sobre todo, reinventar la democracia sobre valores de participación, transparencia y rendición de cuentas al ciudadano. Porque como decía una pancarta: "No es crisis, es que ya no te quiero".

Literatura Nova


Un nuevo blog para lectores y escritores se nace en el enlace: http://literaturanova.com/


Reunión Annual de Directores del Instituto Cervantes

´Zapatero elogia al Instituto Cervantes y le pide que sea "marca de prestigio" de la cultura española
19/07/2011: Fundación de La Lengua Española 

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha participado en la primera de las tres jornadas de la Reunión Anual de Directores, en el marco del vigésimo aniversario de la creación del Instituto.
El Instituto Cervantes celebra en Alcalá de Henares desde hoy, y durante tres días, la Reunión Anual de Directores, para debatir las líneas de actuación a seguir en los próximos años.
Durante esta jornada inaugural, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha mantenido un encuentro con los representantes de la institución en todo el mundo. Zapatero ha manifestado sentirse "orgulloso" de la “tarea y compromiso" del Cervantes en todo el mundo.

Además de los elogios que la entidad ha recibido de Zapatero, el presidente también ha subrayado que en tiempos de crisis es necesario buscar "soluciones que permitan estar presentes en los lugares donde todavía no hay centros del Cervantes, aprovechando fórmulas distintas e innovadoras con las que ya se cuenta, como las aulas virtuales”.

El presidente del Gobierno también se ha referido a la excelente situación en la que se encuentra la lengua española. "El porvenir se escribe ya en español”, dijo Zapatero; y añadió que el Instituto Cervantes es uno de los “ejes básicos” del Plan de Acción Cultural en el Exterior recientemente aprobado por el Gobierno.

La directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, ha agradecido al presidente el apoyo “decisivo" que ha recibido la entidad durante estos últimos años. Los ministros de Educación, Ángel Gabilondo, y de Cultura, Ángeles González-Sinde, también han intervenido en el acto de inauguración de la Reunión.

Deseamos que consiguen afrontar los retos de un gran instituto de cultura.

Los Desafíos del Feminismo, Amelia Valcárcel


Este Artículo forma parte del libro Los desafíos del feminismo ante el siglo XXI (Amelia Valcárcel y Rosalía Romero (eds.), col. Hypatia, Instituto Andaluz de la mujer, Sevilla, 2000, pags.19-54).

LOS RETOS DEL DOS MIL
Para dar entrada a las demandas de paridad planteadas parece claro que el marco teórico actual, todavía a grandes rasgos naturalista, debe cambiar. El naturalismo presente en la escena ideática de fin de siglo lo hemos heredado sin duda del pensamiento ilustrado como reacción al espiritualismo previo. Pero ha sufrido suficientes avatares como para haber cambiado varias veces de rostro: positivismo, eugenismo, sociobiologismo, etc. Sin embargo no es el paisaje corriente de las ideas globales y las concepciones del mundo de la Modernidad porque dé mejores explicaciones de algunos fenómenos que las explicaciones espiritualistas anteriores a él. El naturalismo corriente es sobre todo fundamento y resultado de las prácticas sociales corrientes, como ha demostrado cumplidamente M. Douglas. Si sobre tales prácticas -como ejemplo sobresaliente las que aseguran la jerarquía sexual- existe el disenso suficiente, tenemos al menos una buena razón para confiar en la decadencia futura del reduccionismo naturalista. Con todo, es tal su peso en la cosmogonía moderna que se necesitará un gran esfuerzo conceptual para cambiar de fondo y dejarlo atrás. Si el marco global continúa su iniciado giro hacia el dialogismo y la hermenéutica las posibilidades ya abiertas se ampliarán.
Por lo que toca a las sociedades políticas dentro del mismo marco de globalización, es evidente que las oportunidades y libertades de las mujeres aumentan allí donde las libertades generales estén aseguradas y un estado previsor garantice unos mínimos adecuados. El feminismo, que es en origen un democratismo, depende para alcanzar sus objetivos del afianzamiento de las democracias. Aunque en situaciones extremas la participación activa de algunas mujeres en los conflictos civiles parezca hacer adelantar posiciones, lo cierto es que éstas sólo se consolidan en situaciones libres y estables. Bastantes mujeres han descubierto en su propia carne que el hecho de arriesgar su seguridad o sus vidas para derrocar una tiranía no las pone a salvo de padecer las consecuencias de su victoria si el régimen que tras ella se instala es otra tiranía.

Cualquier totalitarismo y cualquier fundamentalismo refuerza el control social y, desgraciadamente, eso significa sobre todo el control normativo del colectivo femenino. Por eso las medidas de decoro que toma una insurrección triunfante, -vestimentarias, de reforma de costumbres, de protección de la familia, de "limpieza moral"- siempre son significativas y nunca deber ser consideradas meros detalles accidentales. Montesquieu escribió que la medida de la libertad que tenga una sociedad depende de la libertad de que disfruten las mujeres de esa sociedad. Sólo la democracia, y más cuanto más profunda y participativa sea, asegura el ejercicio de las libertades y el disfrute de los derechos adquiridos. Por imperfecta que pueda ser, siempre es mejor que una dictadura de cualquier tipo, social, religiosa, carismática. En una democracia los cauces para la resolución de las demandas han de estar abiertos y por ello su presentación pública -aunque ello no signifique inmediato acuerdo- es condición previa de viabilidad y consenso. Los derechos adquiridos incluso en una situación tiránica se pierden, lo que indica el escaso consenso que habían logrado suscitar. Precisamente porque ninguna ley histórica necesaria rige los acontecimientos sociales, las involuciones siempre son posibles y nada queda asegurado definitivamente, la democracia es un tipo político que exige su constante defensa y perfeccionamiento, lo que puede hacerse desde las más variadas instancias, individuales o asociativas. Incrementar los flujos de participación -lo que supone favorecer la contrastación, el debate y el afinamiento argumental- siempre favorece la presentación en la esfera pública de los excluidos y sus demandas.
Feminismo, democracia y desarrollo económico industrial funcionan en sinergia, de modo que incluso la comparecencia de feminismo explícito en sociedades que no lo habían tenido con anterioridad, es un índice de que están emprendiendo el camino hacia el desarrollo. El feminismo está comprometido con el fortalecimiento de las democracias y a su vez contribuye a fortalecerlas.
La entrada en las instancias de poder explícito sigue siendo una tarea en curso. Los sistemas de cuotas -formales en unas fuerzas políticas e informales en otras- han contribuido a que todas las listas presenten un número mayor de mujeres que el que habría producido una cooptación sesgada. A pesar de sus defectos, y los tienen evidentes deben seguir aplicándose precisamente porque hasta el momento presente no se puede asegurar la imparcialidad en los mecanismos de la cooptación.

No existen para colocar mujeres donde no las hay -eso sería discriminación positiva- sinoo para evitar que la cooptación sesgue en función del sexo. El poder explícito y legítimo, cuyo primer analogado es el poder político dentro de las democracias, sirve sobre todo al objetivo de la visibilidad. Hace visible la calidad real de los logros curriculares alcanzados. El sufragismo, en su empeño por los derechos educativos, cubrió el tramo más fuerte y decisivo del camino a la paridad. La visibilidad sólo intenta que ese hecho antes impensable, la educación igual y los resultados con medida meritocrática de las mujeres, sea sistemáticamente obliterado u ocultado "como si todo siguiera igual". Las cuotas sirven para atajar dos conductas recurrentes por las cuales el privilegio masculino se reproduce: la invisibilización de logros y la discriminación de élites.

El feminismo es también un internacionalismo y también lo ha sido desde sus orígenes, como aplicador que es de la universalidad ilustrada en su doble vertiente, como panmovimiento y como universalismo político-moral. Esto requiere al menos tres instancias de acción dentro del progreso hacia un mundo globalizado. Debe entrar en el debate del multiculturalismo. Debe buscar presencia en los organismos internacionales. Y debe apoyar la posibilidad de una buena rápida acción internacional.

El multiculturalismo, que se acoge fundamentalmente al concepto de diferencia y al derecho a exigir el respeto por esa diferencia, cuando se alía con el comunitarismo puede pretender hacer legítimos y argumentables rasgos sociales de opresión y exclusión contra los que el feminismo se ha visto obligado a luchar en el pasado. Para prestar asentimiento a las posiciones multiculturalistas el feminismo puede y debe cerciorase del respeto de éstos a la tabla de mínimos constituida por la Declaración Universal de Derechos Humanos, a poder ser complementada por las declaraciones actualmente en curso de derechos de las mujeres.

Del mismo modo la presencia y visibilidad de las mujeres en los organismos internacionales debe aumentarse, así como la capacidad de acción de las propias instancias internacionales de mujeres, ya sean partidarias o foros generales. Las experiencias habidas en conferencias internacionales, declaraciones y foros indican la voluntad de presencia en el complejo proceso de globalización, así como la capacidad de marcarle objetivos generales ético, políticos y poblacionales. Por otra parte la presencia del feminismo en las mismas instituciones internacionales asegura también la adecuación de los programas de ayuda en función del género, así como su eficacia. En un momento en que los estados nacionales no son ya el marco adecuado para resolver gran parte de los problemas porque éstos se plantean a nivel mundial por encima de su capacidad de acción individual, el contribuir a la capacitación, mejora y empoderamiento de las instituciones internacionales contribuye a la causa general de la libertad femenina.

El asunto de la buena y rápida acción internacional se vincula, además, con el escabroso tema de la violencia. Las mujeres no están esencialmente comprometidas con la paz. Aunque hasta una filósofa tan crítica e ilustrada como Beauvoir haya llamado al varonil el sexo que mata y al femenino el sexo que da la vida, eso no pasan de ser apelaciones retóricas que sólo cierta mística diferencialista puede tomar como si fueran conceptos. Pero, aunque no sean esencialmente pacíficas ni tampoco lo sean funcionalmente en un sistema jerárquico patriarcal -porque cada mujer usa su capacidad de violencia con quienes sean débiles aunque de su mismo sexo y porque la disposición atomizada hace que cada una, con independencia de su voluntad, apoye la violencia de los varones propios- en una sociedad imparcial las mujeres nada tienen que ganar con la violencia.

La democracia, que es ella misma una manera de evitar la violencia y remitir al principio de mayorías éticamente guiado las decisiones, que en ocasiones puede y debe ser violenta hacia el exterior, tiene que deflactar al máximo la violencia interna. Y no termina su acción cuando evita la violencia política y civil, sino que está obligada a preservar a sus ciudadanos lo más posible de su capacidad de violencia mutua. Esto es, tiene el deber de ser segura. Por otra parte, el florecimiento de formas suaves de vida es sólo esperable allí donde la violencia externa e interna del estado no ocupe demasiado lugar en el imaginario colectivo. La paz vuelve "femeninos" a los pueblos, decían ya los historiadores romanos conservadores, Y esto que ellos escribían como una severa crítica, podemos afirmarlo como una firme convicción de las democracias avanzadas. Los valores que la paz promueve, la convivencia, el cuidado, los placeres no son esencialmente femeninos, sino que son apetencia común en sociedades que pueden permitírselos. Dejo para mejor ocasión profundizar este tema porque, por su enjundia, no cabe despacharlo sin más. Pero adelanto que el feminismo puede constituirse en garantía de paz, del mismo modo que está absolutamente empeñado en la desaparición de la violencia de género y las violencias individuales. Pueden las mujeres libremente reclamar las armas dentro de los ejércitos y puede el feminismo colectivamente exigir una sociedad pacífica e internamente desarmada. Allí donde la capacidad de ejercer violencia es todavía un valor, las mujeres tienen muy poco y son sus víctimas.

Gran parte de los tramos de acción presente y futura hasta ahora enumerados se dejan resumir en tres: variación de marco conceptual, aumento de la capacidad de acción y reparación de los déficits cuantitativos. Quisiera, por último, señalar algunos objetivos inmediatos que despejen en efecto el camino a la paridad. Enumeraré al menos tres de ellos. El primero es solventar también el déficit cualitativo. No podemos pensar que la discriminación de élites no forma parte de los déficits cuantitativos, aunque de suyo es un déficit cualitativo. Y en este momento en particular fortísimo. Dado el actual nivel de formación y preparación curricular de la población femenina, su fracaso masivo -y en esto los números que se comenzaron a hacer en la década anterior son rotundos- no puede producirse sin voluntad expresa de que ocurra ni sin voluntades operativas que lo persigan. El techo de cristal se sigue produciendo y reproduciendo en el conjunto completo de los sectores profesionales.

El segundo iluminar la ginofobia del mercado y desactivarla. Las mujeres resultan ser los sujetos peor parados en el sistema del mercado -en apariencia indiferente- con menores posibilidades de empleo, con peores empleos y con tareas a menudo muy por debajo de su capacidad individual. Ajustar el mercado a la meritocracia para el caso de las mujeres es una tarea primordial. La actual generación de mujeres de treinta años soporta, como ninguna en el pasado, una discriminación continua que, además, tiene muy poco de sutil. Esa generación, la de mayores logros y mejores tasas educativas que hayamos tenidos nunca, está sufriendo, por el momento, un auténtico desastre.

Y, en tercer lugar, hay todavía un grave déficit de voluntad común. El feminismo no es sólo una teoría ni tampoco un movimiento, ni siquiera una política experta. Siendo todo eso, ha sido y es también, lo digo a riesgo de repetirme, una masa de acciones, a veces en apariencia pequeñas o poco significativas. Cada vez que una mujer individualmente se ha opuesto a una pauta jerárquica heredada o ha aumentado sus expectativas de libertad en contra de la costumbre común, se ha producido y se produce lo que podríamos llamar un "infinitésimo moral" de novedad. El feminismo ha sido y es esa suma de acciones contra corriente, rebeldías y afirmaciones, que tantas mujeres han hecho y hacen sin tener para nada la conciencia de ser feministas. Esto es, tales acciones se realizan sin la conciencia de una voluntad común.

Creo que en este momento y en esta tercera ola del feminismo al que pertenecemos , que es la que da paso a un tercer milenio, las mujeres pueden ser ya capaces de forjar una voluntad común relativamente homogénea en su fines generales: conservar lo ya hecho y seguir avanzando en sus libertades. Pertenezcan a la parte del espectro político que pertenezcan, las mujeres presentes en lo público tienen el deber y la capacidad de elaborar una agenda de mínimos consensuados. Si se esfuerzan por lograr fraguar esa voluntad común, todas las mujeres lograremos nuestros fines con mucho menor esfuerzo -aunque sólo sea emocional- del que hasta ahora a nuestras predecesoras les costó conseguir lo que nosotras tenemos.

Pienso que cada tiempo cubre su etapa y nosotras, que vivimos de lo que otras y otros nos consiguieron, tenemos que cubrir la nuestra. Tenemos por delante el reto general de la paridad que implica resolver varios desafíos parciales: La formación de una voluntad común bien articulada que sabe de sí, de su memoria y de los fines que persigue. La iluminación de los mecanismos sexistas -cuando no ginófobos- de la sociedad civil, el mercado y la política. La elaboración común de una agenda de mínimos que evite pérdidas de lo ya conseguido y refuerce el asentamiento de logros. Y la resolución del déficit cualitativo que, en el momento presente, es una vergüenza para la razón.

Para tal resolución los mecanismos de paridad son condición necesaria, pero no suficiente. El salto cualitativo, tan habitual en el discurso dialéctico de los setenta, necesita de los acúmulos cuantitativos, que ahora suelen llamarse "masa crítica", pero no se resume en ellos. Finalizada la dinámica de las excepciones, sería una trampa caer en patentizaciones exclusivamente cuantitativas. Estas dejan incólume el principio de excelencia que es, bien al contrario, un valor del que hay que apropiarse.

Occidente por J Marías

conoZe.com

Julián Marías, 2003

Occidente

Se habla con frecuencia de la unidad del mundo. Es cierto que todo él está en alguna medida presente y tenemos que contar con la totalidad; pero ni el mundo es uno ni acabamos de entenderlo en su conjunto, aunque tengamos de él alguna noticia y nos afecte. Se habla mucho de Europa y se desliza la creencia de que es una unidad suficiente; esto no es cierto: Europa en ningún sentido se basta a sí misma, y no acaba de ser inteligible sin la América nacida de ella; ambas, inseparables, constituyen una realidad que se puede entender y se diferencia de otras, importantes y con las que por supuesto hay que contar.
Me sorprende lo poco que se habla de Occidente, la infrecuencia del uso de este nombre, a pesar de que significa el ámbito en el cual vivimos, con el que realmente contamos, nuestra verdadera morada histórica. El Atlántico no nos separa de América, sino que es el vínculo de unión, la constante referencia a nuestra morada vital y, desde hace varios siglos, histórica. Hay una extraña propensión a olvidar las realidades en las que se vive, mientras que se afirman porciones de ellas que aisladas son incomprensibles, o se finge una unidad mundial que ni existe ni se entiende.
En los últimos años se insiste demasiado en Europa, con una visión excesivamente unitaria y que implica un olvido -o una negación- de lo que es su complemento inseparable, es decir, América.
Es extraño que esta tendencia se dé en España, donde es absolutamente injustificable. El hecho enorme de que se hable español desde México hasta el extremo Sur del continente -con la única excepción del Brasil, donde se habla portugués, la otra lengua hermana de la Península Ibérica- debería bastar para evitar caer en ese error. Pienso cuál sería la actitud de otras naciones europeas si sus lenguas se hablasen en ese enorme porción de mundo. Siempre me ha conmovido al viajar por América el ver los carteles por las carreteras, desde parte de los Estados Unidos hasta el extremo sur, en la misma lengua que se habla en Ávila o en Sevilla. Este hecho simplicísimo y elemental nos hace comprender lo que ha sido la historia desde el Renacimiento.
Europa tiene cierta unidad, pero en ella predomina la diversidad, no sólo lingüística, sino de las maneras en que cada persona está instalada en la vida. Frente a esta diversidad hay la extraña y firmísima convergencia de los que viven en español a ambos lados del Atlántico. Con demasiada frecuencia se olvida que la lengua es una de las instalaciones primarias de la vida, que presenta una articulación de lo real, una tonalidad que se manifiesta en la fonética, en la sintaxis, en todo lo que es la articulación del mundo efectivo.
El español y el inglés son las dos lenguas privilegiadas que existen como propias a ambos lados del Atlántico, y permiten entender la conexión de los dos continentes. Otras lenguas se conocen, se estudian, en alguna medida se hablan en Occidente, pero no son lenguas «propias», en las que se esté instalado por igual en los dos hemisferios, que sean la morada vital de tantos millones de personas.
Resulta que el vínculo principal de Occidente es lingüístico. Esto puede parecer excesivo si se olvida que la lengua es la interpretación primaria de la realidad, que precede a todas las demás, étnicas, ideológicas o políticas. Los que hablan como propia la misma lengua están unidos por uno de los vínculos más fuertes que ligan a las diversas porciones de la humanidad. Es difícil comprender el elemento de voluntad suicida que tiene la insistencia de lo diferencial, en las lenguas particulares, tan dignas y valiosas, cuando se está inmerso en otra de mayor amplitud, instrumento de la comprensión de un mundo más dilatado y real.
Todas las lenguas tienen interés, filológico, histórico, humano; pero hay que preguntarse cuántos hablan cada una, qué se puede decir en ellas -las hay sumamente limitadas, reflejo de formas de vida simplicísimas-, qué se puede leer en cada una de ellas, qué se ha escrito en cada una. Esta consideración tiene aplicación inmediata en el conjunto de Europa, y establece diferencias capitales que no proceden de la voluntad, menos aún de la política, sino que se fundan en la realidad misma, constituida a lo largo de la historia.
Se vive instalado en una lengua, a veces en dos, desigualmente, en diversas zonas de la vida, en perspectivas distintas, con una dimensión temporal que se pasa por alto: las relaciones con el pasado, el presente, y más aún el futuro, son muy diversas, y rara vez se tiene conciencia de ellas.
Las lenguas europeas están estrechamente emparentadas: son de la misma familia, no ya lingüística, sino histórica. Han convivido, se han influido mutuamente; el verlas como recíprocamente ajenas, no digamos hostiles, es simplemente suicida. La fecundidad, ciertamente desigual, de las naciones europeas, se manifiesta en la realidad mayor que es Occidente. Su configuración es el reflejo de la que ha sido la historia europea durante los últimos siglos. De la diversidad de la acción, y más aún, de la actitud, de las distintas naciones.
El mapa de América es la proyección de lo que ha sido la realidad originaria de Europa desde fines del siglo XV, la consecuencia de la imaginación, el espíritu de aventura, la capacidad de propagación de las diversas variedades de Europa. Porciones de este viejo e ilustre continente han vivido cerradas, absortas en sí mismas, tal vez enriquecidas pero limitadas. Otras han estado abiertas, curiosas, tal vez generosas, capaces de ir más allá de sí mismas; en suma, fecundas. Ese mapa de América descubre, con su enorme realidad, la diversa fecundidad de Europa, sus diferentes grados de apertura y proyección. La proyección exterior ha podido ser una manera de desangrarse; también de engendrar una prole mayor o menor. La actitud conservadora, más o menos hermética, tiene sus ventajas y virtudes; la apertura a la generación tiene riesgos y venturas distintos. Lo que es América descubre lo que ha sido Europa desde 1492. Si el Descubrimiento hubiese acontecido en otra época, los resultados habrían sido bien distintos; la cuestión decisiva es dónde estaban las diversas porciones de Europa en el momento en que algunas de ellas acometieron la empresa inmensa de la fecundación de otro continente.

Por una ética del consumo, Adela Cortina

 

 

Por una ética del consumo

Adela Cortina

Taurus. Madrid, 2002. 350 páginas

Patxi LANCEROS | Publicado el 07/11/2002, ElMundo
Adela Cortina es conocida en nuestros lares por su perseverante dedicación a la ética; inicialmente, a la ética fundamental, a los criterios constitutivos de la razón práctica.

Por una ética del consumo, es, sin embargo, una incursión de la autora -no la primera- en él exitoso ámbito de las éticas aplicadas.

Con un discurso que oscila entre la descripción fenomenológica y la apreciación normativa, la autora explora la aldea global desde la óptica del consumo. La era se define como era del consumo y el sujeto como consumidor: y se incoa un debate al respecto de la inevitabilidad del consumo, de sus aportes y sus peligros. Dar pautas para orientar al animal consumidor es su propósito.

La fenomenología del consumo aporta la imagen de una sociedad constituida en y por el consumo: no el consumo de los elementos necesarios para la supervivencia individual y colectiva, sino de los bienes producidos por el mercado. Una sociedad en la que los deseos construidos y las necesidades creadas incorporan un crescendo consumista que se convierte finalmente en exposición simbólica de la propia autoestima, de la propia identidad. Un incremento, sin embargo, que provoca insatisfacción por cuanto la avalancha de productos consumibles y las conductas consumistas de los grupos de referencia dibujan la figura de un inalcanzable horizonte: cuando la propia autoestima y la propia identidad se fían a la hipnosis del consumo, el resultado es la insatisfacción permanente. No sólo la previsible insatisfacción exige un recurso normativo que escolte al curso fenomenológico. También lo exige la incesante desigualdad, y el límite que impone un planeta cada vez más expoliado en el que los recursos necesarios para la vida son incorporados a la lógica del intercambio de mercancías. El consumo puede anticipar la consumación del desastre; que no sólo es social y político sino también ecológico: que afecta a la base y fundamento físico de la vida.

Autónomo, justo, corresponsable y felicitante. Esos son, según Cortina, los criterios que han de incorporar deber al ser del consumo. Son los criterios tanto de una ética como de una política del consumo, pues la definición de la era y del sujeto a la que antes aludía desemboca finalmente en una propuesta de ciudadanía global del consumidor. No me cabe duda de que esos criterios pueden generar discusiones en cuanto a su definición; y en cuanto a su aplicación al ámbito del consumo. No estoy muy seguro, por el contrario, de que la enésima reinvención de la ciudadanía pueda hacerse desde la perspectiva del consumo. Cuestión de esencias. O de existencias.

Adela Cortina opone a “la verdadera esencia humana”, que sería la libertad, una esencia impostada, coyuntural y localizada: “Consumir: la esencia humana en el siglo XXI”. No me convence la elevación del consumo a dignidad esencial; tampoco la identificación de la libertad como “esencia humana real”. Si la libertad es la discutida condición y el ineludible objetivo, entonces el consumo muestra su dialéctica. Y sus límites. Este libro es un punto de partida para un necesario debate.

Gernica por Pablo Picasso



Fotografía por Jose Manuel Navia/Nacional Geográfic/ASA/Aurora Photos
"Guernica" por Pablo Picasso's  al Museo del Arte Contemporáneo Reina Sofía

La Marcha de las Rosas/Noruega

Fotografía por Emilio Morenatti/TIME—AP


 

El equipo de Ferran Adriá antes que el Bulli cierre

Photografía por Josep Lago/The Gurdian/AFP/Getty Images

Los Turistas en Trafalgar Square, Londres


El sector del turismo en Reino Unido se rinde más beneficio que la suma de los ultimos años
Fotografía por Carl Court/The Guardian/AFP/Getty Images

Hablemos de...: Frases Hechas ´Frente al engaño´

A otro perro con ese hueso
Atar cabos
Atar la lengua
Bajar la cabeza
Caer en la cuenta
Darse cuenta
Caerse de un guinido
Chuprse al dedo
Acabar de nacer
Caerse del nido
Caerse de la cuna
Cargarle el mochuelo
Cargar con el muerto
Dar jabón, coba, betún, hacerle la pelota
Tirar la toalla
Hacer leña del árbol caído
Jugar con el fuego
Lavarse las manos, tener la manos limpias
Llorar sobre la leche derramada
Mantener en sus trece
Oler a cuerno quemado
Sacar las castañas del fuego
Verse las orejas a lobo
Vivir como un pashá 

Hablemos de...: Frases Hechas ´El engaño´

A otro perro con ese hueso
Aquí hay gat encerrado
Atar los perros con longanizas
Ser Jauja
Dársele con queso
Empedrar el suelo con huevos fritos
Con las manos en la masa
In Fraganti
Dar gato por liebre
Hacer puente
Lavar el cerebro
Comer el coco
Pagar el pato, los platos, los cristales, los vidrios rotos
Por la puerta trasera, por detrás, a escondidas
Tener las manos largas
Tomar el pelo
Vender Humo

5 películas sobre la crisis y referencia a ´Deudocracia´

El blog del cine por Jesús León en el blog de economía Salmon hace referencia a 5 películas y libros sobre la crisis económica, más aquí:

Prefiero no gastar ni un minuto de mi tiempo libre para obsesionarme sobre mi propia realidad, pero hay algunos que lo quieren...

Mis motivos para el puente, por Generación Y

Generación Y es un blog premiado de la periodista Joani Sanchez sobre la vida en Cuba. Sus artículos en general se destacan para la fotografía de alta calidad y la lengua semi literaria de Joani. Les recommendamos leer éste artículo que se trata de las ventajas aportadas de amigos desde el exilio a Cuba ahora y los últimos treinta cinco años.
Mis motivos para el puente

Via Crusis en El Prado

El ´Descemdimiento´, la obra maestra de Caravaggio se expone en el Prado, en Madrid desde el 22 de Julio al 14 de septiembre en la sala 4 de la pinacoteca. Para nosotros que hemos organizado nuestro viaje de cultura en Madrid, no vamos a saltarnos clase... 

Hablemos de...: Frases Hechas ´La Comida´

Con su pan se lo coma
Un hombre de buena pasta
No saber ni torta
A huevo
Hacérsele a uno la boca agua
Llevar el gato al agua
Todo el monte no es orégano, etc.

´Lo Bien Dicho Bien Parece´, por Práctica Español

 Anne Melender y Carmen Rodríguez por medio de EFE reportajes han escrito un interesantíssimo artículo sobre las frases hechas en http://www.practicaespanol.com/es/bien-dicho-bien-parece/art/1093/ junto con ejercisios de comprensión lectora y auditiva. Hemos estudiado el significado de todas las frases hechas que se describe en el texto y las compartimos con vosotros aquí:
Victoria pírrica, gr. la victoria con mucho daño para lo vencedor
Resistencia numantina, ofrecer una gran resistencia
Quemar las naves, tener que tomar una decisión con pocas posibilidades de rectificarla 
Creerse el ombligo del mundo, una persona importante
Alea iacta est, la suerte está echada, los dados han sido tirados, la decisión se ha tomado
Veni, vidi, vinci, llegué, ví y vencí
París bien vale una misa, merece la pena un sacrificio para conseguir algo importante
Ni quito ni pongo rey pero ayudo a mi señor, ayudar o favorecer a otra persona 
Tanto monta, monta tanto; cosas similiares o personas que se comportan de manera semejante
Tiempos de vacas flacas, el período de la crisis económica
Ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio; criticar todos los demás y no a sí mismo
Por un plato de lentejas
Ponerle a uno como chupa de dómine, poner a alguien verde, como chúpame dómine
Roma no paga traidores
El talón de Aquiles, gr. η αχιλειος πτερνα
Sembrar cizáña, gr. σπερνω ζιζανια

Radio FLE para clases de español auditivas

En el enlace http://www.20comunicacion.net/fle/ se puede asistir en clases de español de cada nivel mientras a la página web http://www.practicaespanol.com/ que hemos incluido abajo hay diversos ejercisios de práctica, aunque todo es más divertido y fácil que los temas y auditivos de la actualidad, por ejemplo en el Radio Exterior, y menos útiles para estudiantes que quieren preparar para los diplomas de lengua. Todo el programa ha sido facilitado por http://www.fundacionlengua.com/, la universidades de Castilla y León, el Instituto Cervantes y el Ministerio de Educación para que los inmigrantes se integren rápidamente.





Insultos Animales de BlogoLengua

Los insultos animales describen características reales o atribuidas a la gente que BlogoLengua ha agrupado en características físicas o mentales, necesidad, ignorancia, maldad y comportamientos antisociales o vulgares. Más aquí:  http://www.blogolengua.com/2011/07/insultos-animales.html y en nuestro arículo pasado sobre las epxresiones con animales (el 15 de Junio, 'Hablemos de Frases Hechas de ' Animales').

30 de julio de 2011

Estamos leyendo ´La herencia del pasado´, Cárcel, R.G.

Hablemos de...: Expresiones con ´paso´

a pocos pasos, cerca de aquí
apretar del paso, accelerar
dar paso, permitir
de paso, provisionalemente
paso a paso, despacio
paso del ecuador, viaje a la mitad de los estudios
paso libre, algo sin obstáculos
paso de cebra, para los peatones

25 de julio de 2011

De economía: ´La economía del español: Una empresa multinacional ´

Con la globalización y las nuevas tecnologías, la lengua es crucial como instrumento de comunicación en los negocios, los medios, la cultura o el ocio.Su valor va mas allá de la identidad, la nacionalidad o el acervo cultural.Se mide en números: 500 millones de hispanohablantes; pero también por su dimensión económica, hasta ahora poco estudiada, y que ya representa el 15% del PIB español. Lo analizamos con el profesor de Economía Aplicada, Juan Carlos Jiménez , investigador del proyecto, El valor económico del español: una empresa multinacional. ¨El Don Quicote´de Cervantes fue la premera novela moderna escrita en español hace cuatro siglos y una de las más traducidas. Un libro ´best seller´, durante varias centuria, un parejo solo de las obras de Shakespear. Aunque cada 23 de Abril, fecha del naciemiento del Cervantes, la lectura continuada e interconnectada en todos los rincones del mundo, la obra del Don Quicote no había sido analizado no solo por el número y el amplitud de sus ediciones, sino también para el valor añadido que les confiere el uso de la lengua española. Bueno, ¿cuánto vale una lengua? Si se mide por cuantos le hablan, la primera es el chino y los casi quinientos miliones de hispanohablantes en el mundo son la cuarta comunidad linguística tras los hablantes del indi y del iglés. Si se mide por cuántos paises tienen una lenguan por oficial, el inglés va en cabeza por el superficie del mundo que se habla, seguido por el español una lengua que se usa en 21 nationes. Si asimilamos el valor de la lengua en poder desde la revolución industrial gana el inglés aunque el español es la segunda lengua en expansión en los EEUU y UE con 17 millones de estudiantes extranjeros repartidos por el mundo si bien sigue bien elegada como lengua de las teconlogías punta. En términos económicos, el castellano representa el 15% del PIB español, un número similar al peso del turismo. Como el patrimonio cultural, la lengua es un bien público cuyo valor económico aumenta cuanto más lo usen y más sirva para la relación internacional y no se puede apropriar los agentes económicos que la usan. Pero, a diferencia del patrimonio cultural, natural, etc. es un activo inmaterial, intangible que carece de costes de produción y o se agota al ser consumido, según el estudio del valor económico de la lengua españóla. Aunque los intangibles son la fascinación reciente de los economistas, quizás gracias al matemático britán Lord Kelvin, los británicos descubrieron hace tiempo el valor económico del idioma al internacionalizar sus universidades, y promover el turismo linguistico con 1.5 milión de extranjeros que estudian el inglés en sus centros, un industria comparable a la automovilística versus 0.25 milión de extranjeros que estudian español en 2007 éstos generaron 462 miliones de euros. Según el escritor Eduardo Lago, el centro de gravedad linguística del español cruzó el atlántico con la conquísta y lo literario lo siguió. En los EEUU el español sigue la primera lengua extranjera más estudiada en las universidades, la segunda lengua hablada en grandes ciudades como Nueva York y la segunda lengua más importante para el sector económico y la industria de la comunicación y entretenimiento. Analizamos más a fondo èste aspecto econòmico del unso de la lengua con el profesor de la Economía Aplicada, Carlos Jimenez, jefe del proyecto ´El valor económico del español: Una empresa mulitnacional´. Para escuchar más, aquí: http://www.rtve.es/alacarta/audios/de-economia/economia-economia-del-espanol-24-06-11/1137256/
De Ecomonia, presentado por Maria Dolores Albiac para Radio Español Exterior

24 de julio de 2011

Castilla del Pino, Luis Goytisolo y Escudero cierran un ciclo sobre Cervantes

Por Elisa Silió El País, Marzo 2005 
Para el artículo: ´La locura de Don Quicote´, L. Goytisolo
Bajo el título El Quijote y su mundo, locura y realidad, tres conocedores de la obra de Cervantes se reunieron ayer en la Fundación Lázaro Galdiano, en Madrid: Carlos Castilla del Pino, Luis Goytisolo y José Antonio Escudero. El primero habló desde su condición de psiquiatra; el segundo, de literato, y el tercero, de jurista. La mesa, moderada por la académica de la Historia Carmen Iglesias, clausuró el ciclo de cinco conferencias dedicado a la España cervantina.
"El Quijote es un tratado de la vida humana y de cómo se pueden cometer errores que llevan al fracaso", argumentó Castilla del Pino, autor de Cordura y locura en Cervantes (Península). Para él, la locura es "un error que lleva a la catástrofe y a una vida socialmente ridícula". En su opinión, todos "podemos instalarnos en la locura porque nos hace felices. Por ejemplo, Sancho juzga de loco a Don Quijote, pero acepta ser su escudero por lo que el caballero le promete".
Castilla del Pino coincidió con Luis Goytisolo en que el Quijote es una lectura sobre todo para jóvenes. Pero Goytisolo quiso puntualizar: "No hay que infantilizarla, no es una obra para niños porque si no se desvirtúa lo que realmente es". A juicio del escritor, la locura de Don Quijote va integrándose en la narración hasta el punto de ser al final parte del paisaje: "Como la brisa marina que podemos respirar, así de envolvente es la locura de Cervantes".
"Este paisaje narrativo de Cervantes", piensa Goytisolo, "pudo sorprender en su época y tiene que seguir haciéndolo ahora en la medida en que él fue el fundador de un género y de subgéneros como la metaficción". El autor quiso remarcar el lenguaje narrativo de Cervantes: "La prosa servía en esa época para recopilar y por primera vez con el Quijote tuvo la misma capacidad evocadora que la poesía".
José Antonio Escudero, catedrático de Historia del Derecho, fue más práctico: "Don Quijote y Sancho Panza acometen proyectos utópicos pero uno emplea al otro. Y por eso, además de princesas y molinos de viento, hay un nervio realista que atraviesa todo el libro y que es el de la realidad laboral".

' Sirenas en el Amazonas', M. Vargas Llosa

Desde aquí: http://www.caretas.com.pe/1998/1546/mvll/mvll.htm
'LOS cronistas del Descubrimiento y la Conquista fueron los primeros, en América, en practicar el periodismo escrito. Algunos de ellos pueden ser considerados auténticos reporteros, pues, como Pedro Pizarro, Cieza de León o Bernal Díaz del Castillo, eran testigos y protagonistas de los sucesos que relataron, en tanto que otros, como el Inca Garcilaso de la Vega, el Padre Cobo, Pedro Mártir de Anglería o Herrera, recogieron sus informaciones entrevistando a sobrevivientes y depositarios de documentos y memorias de aquellas hazañas.
Ese periodismo primigenio -la palabra aún no existía, aparecerá siglos más tarde- comenzaba a abrirse un espacio, entre dos gigantes que hasta entonces monopolizaban el reino de la información: la historia y la literatura. Las crónicas participan de ambos géneros, pero algunos cronistas se distancian de ellos, pues, como los prolijos Cieza o Bernal Díaz, no refieren hechos del pasado, sino de la llameante actualidad, guerras, hallazgos de tesoros, ciudades y paisajes exóticos, conquistas, traiciones, proezas, que están sucediendo o acaban de suceder. Lo que da a sus escritos esa cualidad eminentemente periodística de la inmediatez, de textos elaborados sobre lo visto, lo oído y lo tocado.
Sin embargo, ninguna de las crónicas, ni siquiera las más fidedignas, pasaría una prueba de lo que en este siglo llegó a considerarse el deber de objetividad del periodismo: la obligación de hacer un estricto deslinde entre opinión e información, la de no mezclar una noticia con juicios o prejuicios personales. Esa noción que diferencia entre información y opinión es absolutamente moderna, más protestante que católica y más anglosajona que latina o hispánica, y hubiera sido incomprensible para quienes escribieron sobre la Conquista de la Florida, de México, del Perú o del Río de la Plata. Porque para aquellos cronistas del XVI y del XVII, la frontera entre realidad objetiva, hecha de ocurrencias escuetas, y subjetiva, fraguada con ideas, creencias y mitos, no existía. Había sido eclipsada por una cultura que casaba en matrimonio indisoluble los hechos y las fábulas, los actos y su proyección legendaria. Esta confusión de ambos órdenes, que alcanzará siglos más tarde, con un Borges, un Carpentier, un Cortázar o un García Márquez, gran prestigio literario, que los críticos bautizarán con la etiqueta de "realismo mágico" y que muchos creerán rasgo prototípico de la cultura latinoamericana, puede rastrearse ya en esa manera de cabecear la realidad con la fantasía que impresiona tanto en las primeras relaciones escritas sobre América.
A esos escribidores que vieron elefantes en la isla Hispaniola, sirenas en el Amazonas, y poblaron las selvas y los Andes de prodigiosos animales importados de la mitología grecorromana sería una ligereza llamarlos embusteros, incluso visionarios. En verdad, no hacían más que acomodar -para entenderla mejor- una realidad desconocida, que los deslumbraba o aterraba, a modelos imaginarios que llevaban arraigados en el subconsciente, de modo que, gracias a semejante asimilación, podían ambientarse en el mundo fabuloso que pisaban por primera vez. Por eso, el Almirante Colón murió convencido de haber llegado con sus tres carabelas a la India de las especias, León Pinelo dedicó media vida a probar que el Paraíso Terrenal estuvo localizado en la orilla derecha del río de las Amazonas, y por eso desaparecieron tragados por los abismos andinos, en los páramos del altiplano o en los dédalos de la jungla, tantos exploradores que, a lo largo de tres siglos, recorrieron el Continente en busca de El Dorado, las Siete Ciudades de Cibola, la Fuente de la Juventud o las huellas del Preste Juan. Y, por eso, como demostró Irving Leonard en "Los libros del conquistador", los descubridores, adelantados, fundadores de ciudades y aventureros españoles y portugueses, bautizaron los lugares y poblaciones de América con nombres tomados de las novelas de caballerías. (Yo, por ejemplo, pasé parte de mi infancia en un barrio de Lima que se llama Miraflores; mucho después descubrí que debía su nombre al palacio imaginario de la bella princesa por la que recorre el mundo enderezando entuertos el Amadís de Gaula).
Nadie contribuyó tanto como la Inquisición española a fortalecer en los iberoamericanos la costumbre de mezclar ficción y realidad -mentira y verdad-, con su pretensión de impedir que en las colonias de América se leyeran novelas. La Santa Inquisición tenía la sospecha -muy fundada, por lo demás- de que las historias imaginadas por los novelistas alborotan los espíritus, inspiran desasosiego, actitudes insumisas frente a lo establecido. Y, por tanto, durante tres siglos en la América española estuvo prohibido el género novelesco. La prohibición fue burlada en parte gracias al contrabando -los primeros ejemplares del Quijote llegaron a nuestras tierras ocultos en un tonel de vino-, pero funcionó en cuanto a la impresión de novelas. La primera, El periquillo sarniento, se publicó sólo en 1816, luego de la Emancipación.
Una inesperada consecuencia del empeño de los inquisidores en prohibir la ficción, fue que la necesidad de completar la vida real con la vida soñada que anida en el corazón humano, los hispanoamericanos debieron aplacarle impregnando de fantasía toda la vida. No tuvimos novela durante los tres siglos coloniales. Pero la ficción se infiltró insidiosamente en todos los órdenes de la existencia: la religión, la política, la ciencia y, por supuesto, el periodismo.
La costumbre de mirar la realidad e informar sobre ella de manera subjetiva -que en literatura da excelentes frutos y en el periodismo venenosos- tiene en nuestras tierras una robusta tradición de cinco siglos y la señalo para destacar la influencia de la cultura en la determinación de las nociones de mentira y verdad, la descripción verídica de un hecho y su deformación subjetiva. Cuando ésta es deliberada, y persigue hacer pasar gato por liebre, contrabandear una mentira por una verdad, se comete una infracción tanto jurídica como ética, claro está. Abundan ejemplos de esta práctica delictuosa e inmoral.
Es más difícil emitir un juicio severo en aquellos casos, no siempre fáciles de detectar, en los que, de manera tan inconsciente como la de los primeros cronistas, el periodista de nuestros días, para explicarse a sí mismo aquello que le resulta extraño, írrito o inapresable con sus acostumbrados códigos, colorea, resalta o minimiza los hechos, creyendo así referirlos mejor, cuando, en verdad, los está juzgando o interpretando. El periodista no es, ni debe, ni puede ser, aunque se lo proponga, una máquina transmisora de datos, un robot a través del cual pasaría la información sin alterarse, como rayo de sol por un pulcro cristal. Siente, piensa y cree ciertas cosas, actúa en función de valores y paradigmas, y esta materia subjetiva deja adherencias en sus crónicas, aun cuando se esfuerce en ser imparcial, un invisible mensajero de la actualidad. Por eso, en América Latina el periodismo puede ser de alto o bajo nivel, admirable o execrable, pero sólo en casos excepcionales logra ser objetivo, como lo es, en cambio, con naturalidad, en los países anglosajones, donde una antigua tradición lo empuja a serlo.
Las culturas cambian más lentamente que las legislaciones, y, por eso, cuando los reglamentos y las leyes entran en conflicto con las propensiones y costumbres, funcionan mal, son desobedecidos y burlados, y obtienen resultados opuestos a los que se proponen. Aquella poderosa tradición de confundir deseos y realidades, aún viva, ha sido un fecundo incentivo para la creatividad artística. Pero, esa misma tradición ha hecho que América Latina haya sido tan poco eficiente al organizar la sociedad, creando riqueza o aclimatando en su suelo la cultura de la libertad, cuya expresión política es la democracia. Ésta es una realidad profunda, no desmentida por el hecho de que hoy haya tantos gobiernos democráticos y pocas dictaduras. Tenemos democracias, sí, pero precarias, porque sus fundamentos han sido echados en un terreno poco sólido. Que las cosas hayan comenzado a cambiar y que en muchos países existan amplios consensos a favor del sistema democrático es alentador. Pero creer que ello es irreversible, sería ingenuidad, otra manifestación de esa vieja inclinación a confundir la presa con su sombra. Lo cierto es que la democracia se desmoronó en el Perú, en 1992, con la anuencia o indiferencia de buena parte de la población y la complicidad de casi todos los grandes medios de comunicación; que se salvó de milagro en Guatemala poco después; que por dos veces estuvo a punto de perecer en Venezuela y que, ahora, el coronel paracaidista Chávez, que intentó el liberticidio, podría llegar al poder con los votos de los venezolanos. Las últimas ocurrencias en Paraguay, donde otro golpista, el general Oviedo, ostenta desde la sombra tanto o más poder que el Presidente, llevan a preguntarse si eso es todavía una democracia, o dejó de serlo, aunque conserve las apariencias. La lista podría alargarse interminablemente.
En ningún dominio se advierte con tanta nitidez lo quebradiza que es aún la salud democrática, como en ese termómetro que es la libertad de prensa. Desde el punto de vista jurídico, jamás estuvo mejor defendida. Constituciones y sistemas legales la proclaman y los gobiernos se jactan de respetarla. Sin embargo, a menudo, a ese amparo legal y a esos pronunciamientos hay que concederles la misma seriedad que a los documentos de realismo mágico que firma cada año Fidel Castro con los demás jefes de Estado de las Cumbres Iberoamericanas a favor del sistema democrático.
En realidad, como atestiguan la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa), Amnistía Internacional, Americas Watch, Article XIX, y muchos otros organismos internacionales, de un confín a otro del Continente los atropellos a la libertad de prensa son constantes y abarcan un variadísimo repertorio: desde el asesinato y desaparición de periodistas, hasta el despojo a sus dueños, mediante triquiñuelas legales, de sus medios de comunicación, pasando por todas las formas de intimidación y soborno, a fin de silenciar las críticas, manipular la información e impedir la fiscalización del poder. El avance de la democracia en América Latina es real. Pero, en vez de consolidarse gracias a ello, la libertad de prensa se ve todavía mediatizada, de mil insidiosas o brutales maneras, aun en sociedades donde la libertad política y la libertad económica han llegado más lejos. Conviene encarar esta circunstancia con lucidez, si queremos corregirla. Y, para ello, el primer paso es reconocer en nuestra psicología y nuestros usos -en nuestra cultura- los adversarios a los que hay que derrotar para llegar a ser, algún día, verdaderamente libres.
Jorge Luis Borges afirmó: "Espero que alguna vez merezcamos la democracia". Quería decir que vivir en una sociedad libre, regida por leyes justas, no es un punto de partida sino de llegada, una meta que se alcanza practicando la tolerancia y la convivencia, admitiendo y ejercitando la crítica, y, sobre todo, renunciando, en la vida cívica, a la tentación de lo imposible, en nombre de ese pragmatismo que los ingleses llaman el sentido común y los franceses el principio de realidad. Los latinoamericanos difícilmente nos resignamos a aceptar que esa cosa tan aburrida y mediocre -el sentido común- puede ser una virtud política, y, entre realidad e irrealidad, preferimos esta última, más fulgurante que aquélla, tan pedestre. Por eso, nos hemos pasado la vida, como los fundadores, buscando ciudades y reinos de ilusión. El resultado es que nuestra vida se ha quedado muy rezagada detrás de nuestros espejismos y que, debido a ello, seguimos pobres mientras muchos países prosperaban, y oprimidos, mientras otros pueblos conquistaban mayores márgenes de libertad.
Una cultura no es un campo de concentración, una condición inmutable del ser. Es una creación humana susceptible de transformación, un paisaje espiritual que cambia al compás de las acciones de los hombres, como las dunas al capricho del viento. Nuestra cultura tradicional no nos preparó para la libertad porque fue autoritaria, intolerante y dogmática, de verdades absolutas impuestas por la coerción. E inoculó en nuestros espíritus la sumisión o la rebeldía anárquica, dos formas de violencia reñidas con la convivencia en la diversidad. Somos mejores soñando y fantaseando que viviendo, virtud en el dominio artístico, lastre en la realidad económica, política y social.
Hemos comenzado a cambiar, y, aunque los problemas son enormes, hay en América Latina algunos progresos. Pero nada está garantizado y la posibilidad de un retroceso acecha por doquier. Ésta no es una consideración pesimista sino un llamado a la vigilancia. Albert Camus decía que era legítimo ser pesimista en el campo de la metafísica, en el que nada podemos, pero que tenemos la obligación del optimismo en el de la historia, en el que todo depende de nosotros. Es una idea que deberíamos adoptar, y buscar en ella aliento, mientras hacemos méritos a fin de merecer, pronto, los favores de la libertad, esquiva y maltratada señora de nuestra historia.´
© Mario Vargas Llosa, 1998.
© Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a Diario El País Internacional, S.A., 1998.


19 de julio de 2011

La ciudad:¿remedio para la vida pueblerina?

Hay veces en la vida coyuntural que debemos reflexionar sobre nuestro modo de vivir. ¿Hemos elegido el mejor sitio para trabajar y crecer nuestra familia o hay sitios más hermosos, más pintoresques con menos problemas actuales? Para Félix Azúa la ciudad no solo sea el lugar idóneo para vivir, sino, también el remedio de la vida pueblerina. Afortunadamente, hay personas que no idealizan la vida en las periférias, sino la exponen en su medida propia del cotilleo diario, de la falta de oportunidades para trabajo, para educación y para cultura adecuada, de una sociedad submergida en la corrupción y el ahorro de riqueza ilegal, a escondidas.

Entonces, las ciudades han formado para centralizar las decisiones del estado, para controlar la riqueza del país y para facilitar sus relaciones exteriores con otros países. No hay que pasar por lo alto que los grandes urbes se sitúan donde había pueblos que se habían construido por los pueblos antiguos gracias a su situación geográfica y riqueza natural. Con el tiempo se evolucionaron en centros no solo urbanos, sino sitios de desarrollo comercial y económico y, por lo tanto, llenos de oportunidades para trabajo, educación y cultura.

Conviene destacar que hay nuevos retos con el desarrollo urbano que se han sido causados por la concentración de la gente, la falta de pulmones verdes adecuados y la falta de construcción organizada en los edificios y las calles y el progreso tecnológico. Como ejemplos de los problemas de la ciudad se menciona frecuentemente la contaminación aérea, la falta de aparcamiento, los atascos, el ruido, el cumbre de los medios de transporte inefectivo, etc.

Pese a los temas anteriormente mecionados, los urbes han brindado más oportunidades para el desarrollo tanto social como personal, de lo previsto. Sin embargo, como sociedad hay que proteger nuestro entorno, ya sea el pueblo o la ciudad y como individuos hay que decidir lo que es lo mejor para nosotros. En conclusión, por muchos problemas que nos presente un gran centro urbano, hay muchas oportunidades escondidas en la vida urbana, pero eso permanece una elección personal. 

´España: Tres Milenios de historia´, A. D. Ortiz

Antonio Dominguez Ortiz en su libro expone la historia de España desde 3000 a.J. hasta e incluso el período de la dictadura franquista como un conjunto de interconexiones entre causas y concecuencias de los acontecimientos históricos. Es un libro difícil para el lector extranjero tanto por su lengua culta como por su análisis crítica. Recomendamos que se lea después de leer un libro de historia que contiene solamente los datos, sin la crítica, de los muchos que hay en el mercado para los niveles B1-C1. Se puede leer de Google Books beta en el enlace:
http://books.google.com/books?id=bF1m2KaEg1YC&printsec=frontcover&dq=antonio+dominguez+ortiz&hl=el&ei=UlolTrzsLc3o-gbcz8ncCw&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1&ved=0CCkQ6AEwAA#v=onepage&q&f=false

Historia de España: La América Colonial (1492-1763), P.P. Herrero

Un libro sobre la historia, la política y la sociedad de América colonial entre el la fecha de descubrimiento del nuevo mundo por Cristón Colón y la época del primer reformismo borbónico. Pedro Pérez Herrero, que es profesor titular de Historia de América Latina en la Universidad Complutense de Madrid, en esta nueva edición de su libro intenta describir, analizar e intepretar las sociedades formadas entre los hispanos y los indios para brindar modelos sociales alternativos de los actuales. Un vistazo aunque profundo, poco objetivo porque Herrero mantiene un punto de vista político concreto para su intepretación. Estamos de acuerdo que hay cosas para aprender de ésta historia, más sobre los métodos de explotación de los indios y su tierra como un modelo de impulso de poder autocrático y menos como un ejemplo de convivencia pacífica y horizontal en la que todos tenían opinión sobre su futuro común. Pese a su tesis utópica, es un libro que hace una buena leyenda para el verano.

17 de julio de 2011

´Lagrimas en la lluvia´, Rosa Montero

Rosa Montero, autora de libros literarios, psicóloga y periodista, ha embarcado en una novela literaria más, pero de estílo diferente que su habitual. Aunque su último libro esté inspirado de ciencia ficción negra y comicotrágica, con dejos de ´Blade Runner´ (incluso ese mismo título se ha sacado de la película clásica de Ridley Scott), el tema oscila entre los problemas recurrentes de la humanidad desde el inicio de la memoria histórica: el miedo de la muerte y el sentido de la vida, la crísis de identridad social, política e individual, las  relaciones personales, el conflicto entre el progreso que conlleva la inmensa capacidad del hombre para influir su entorno y sus tendencias autodestructivas que se surgen de la inmoralidad. ´Lágrimas en la lluvia´nos gusta no solamente porque sea una leyenda excelente, sino también para el esfuerzo literario exitoso de Rosa Montero cuya audiencia forma parte de una sociedad moderna, que siga adelante reconociendo en influyencias artísticas occidentales, los rasgos de sus propios temas sociales.

14 de julio de 2011

Pautas: Debates Polìticos En Directo

El Parlamento en rtve 24 Horas, en directo:
http://www.rtve.es/alacarta/videos/parlamento/parlamento-debate-estado-nacion-03-07-11/1144084/

Hay tambièn sesiones completas cada mièrcoles por la tarde.

Pautas para seguir las transmisiones, segùn nuestra experiencia:
1. Apuntar volcabulario y expresiones idiomàticos
2. Sumar lo que han entendido en 200 palabras
3. Debatir sobre el tema en clase
4. Opcional: prueba de auditiva con preguntas para que les ayude seguir la audiciòn

Acoso escolar o ' bullyin'


El acoso escolar es cualquier malatrato físico, verbal o psicológico, entre jóvenes adolescentes cuya ocurrencia puede ser de forma reiterada durante un definitivo período del tiempo. También conocido con el término ´bullyin´, de inglés ´bullying´.

Ya que toda la educación empieza en la clase, para más información, aquí: http://depsicologia.com/bullying-o-acoso-escolar/

La ambicion como el ultimo refugio del fracaso, O Wilde

Oscar Wilde (1854-1900) no ha dicho pocos frases de sabio que se han traducido en lenguas diferentes y se enseñan a estudiantes de todo el mundo. Vivió en la época Victoriana en el Reino Unido aunque había nacido en Irlanda. Dramaturgo, escritor de cuentos y poeta, no parró escribir ni siquiera cuando fue encarcelado. El movimiento que representó, el estetismo, respira tras sus obras y influye a otros escritores más recientes, como Jorje Luis Borges y James Joyce. Después una vida corta, pero llena de escándalos, nos dejó obras teatrales como ´La importancia de llamarse Ernesto´y ´El retrato de Dorian Gray´, en las que goberna lo ridículo, lo superfluo y la sátira caustica de la vida en aquella época.

Nos gusta, no solo por su obra, sino también para el hecho que hubiera sido un hombre que defendió sus posturas, preferencias y la libertad del individuo para elegir su estílo de vida, hasta el fin.

12 de julio de 2011

Los límites de la libertad

El tema de la libertad es un asunto confuso. Por un lado, cuanto más intento plantearlo en conversaciones o debates entre amigos, peor es el sentimiento de abíss alrededor de la definición de libertad. Todavía no lo tengo cuadrado pero, creo que la idea general de la libertad es que podemos vivir y actuar entre un conjunto de leyes, aceptadas mutuamente por cada miembro de nuestra sociedad. Por eso, todo lo que no pertence en un comportamiento legal, puede restringir la libertad de otros ciudadanos; por ejemplo, las actitudes inmorales de los ladrones, los toxicómanos, los pedofilas, los políticos corruptos, los perversos, y eso en orden de mayor impacto negativo por la sociedad.

Por otro lado, hay un aumento de gente que apoyan al concepto que las leyes sean impujadas por grupos de individuos en poder político, ideológico o adquisitivo para manipular a las masas. Podemos rechazar esta idea como una teoría de conspiración sin fundación. Pero, prefiero no contraponerme totalemente a todos que apoyan varias conspiraciones así. En cambio, prefiero dejar la puerta abierta a los sabios de este mundo para que me enseñen. Uno de estos, un escritor literario griego, Nikos Kazantzakis, ha dicho: ´No espero nada, no tengo miedo de nada. Soy libre.´ O algo así. Dado que las conspiraciones transmiten el miedo del Gran Hermano a las masas, me quedo con la existencia de la libertad entre una sociedad de leyes. Fuera de este lugar, se puede acabar por perder su derecho en la libertad.

11 de julio de 2011

´Salidas de tono´, Féliz de Azúa

Leyendo este artículo adaptado de F. Azúa nos ha soprendido su punto de vista en nuestro dilemma actual, el lugar donde preferiríamos vivir: ¿en el campo o en la ciudad? Lo que Azúa propone a través de su ensayo es un argumento a favor de la ciudad, que reside en su cultura y surge de la historia de España. Por eso, puede que sea incomprensible para nosotros. Para él, el campo por muy pintoresque que sea, esconde todo lo que fomenta la maldad humana: la mentira, el engaño, la corrupción. Azúa añade que podríamos escapar esta vida pueblerina, si vivimos en la ciudad. Pero, incluso la ciudad le trae recuerdos de la dictadura en cada rincón. Y,  no es la ciudad de la que los españoles intentan huir, sino la tiranía de un dictador que ha construido las ciudades en el prototípo de su pueblo de nacimiento.
¿Qué opinamos? No podemos expresar una tesis definitiva sobre la postura de Azúa, porque no hemos vivido tras una dictadura de cuarenta años, ni siquiera una temporada en la España contemporánea. Esperamos que eso cambie en el muy próximo futuro. A lo mejor volverémos aquí, para dar la respuesta.  
'Salidas de tono' por F. de Azúa (1996), Anagrama, Barcelona

10 de julio de 2011

En resúmen:´La violencia y las patrañas´, F. Savater

El artículo mencionado anteriormente, se trata del complejo tema de la violencia en la vida coyuntural. Se destaca 8 ideas principales del texto las que vamos a sumar aquí. Primero, Savater clarifica que la violencia es una tendencia humana natural que se ve principalmente en los jóvenes independentemiente de la generación. Es más, lo difícil de manejar no es la violencia juvenil, sino su uso inapropiado y ejercisio si medida alguna, por fines que la sociedad considere más importantes. Luego, los que se encargan de la responsabilidad son los educadores y los medios de comunicación que no apoyan las actitudes adecuadas con respecto a la comprención de la violencia. Eso sucede porque la violencia se considera un comportamiento fuera de lugar que solo se muestra en un fragmento social marginalizado y, por lo tanto, deberíamos renunciar la sin pensar. Por el contrario, Savater arguye que la violencia se manifiesta naturalmente bajo la ley en nuestra sociedad y puede provocar una respuesta igulamente violenta, lo cual aunque destructivo, forma parte del tejido social, junto con la concordia humana. Finalmente, el concepto que la violencia solo puede generar violencia puede tener una culminación más grave, cuando los que actúan de forma ilegal, quedan impunes.
Pese a que este artículo se haya escrito más de diez años antes, su contenido es relevante hoy más que nunca, especialmente en el contexto social griego. La verdadera pregunta que Savater plantea es si la violencia se puede justificar con referencia a las razones que se ha provocado: por ejemplo, si la destrucción de los marboles en el centro de Atenas por manifestantes constituye un acto lógico, debido a la quiebra económica, política y, sobre todo, social de Grecia en la actualidad. Por desgracia, si andamos justificando cada comportamiento vulgar, y encima ilegal, nos hacemos que nuestros amigos, familiares, hijos etc. sean más vulnerables ante una sociedad llena de injusticias y falta de visión para el futuro.
Estamos perdidos en el mero pensamiento de un mundo que funciona así.

9 de julio de 2011

De economía: Economía y energía - el 8 de Julio de 2011

´Durante casi todo el siglo pasado, el crecimiento económico dependió de los saltos tecnológicos.
A partir de la crisis del petróleo de 1973, se vinculó mas la economía a la disponibilidad energética y potenció la nuclear, hasta que ocurrió el primer accidente grave. La alarma ambiental por la emisión de CO2 a la atmósfera forzó el debate de un modelo de crecimiento infinito con una energía finita. Cuando en el cambio del siglo las energías alternativas eran ya cuestón de estado más que un sueño de ecologistas los países más poblados empezaron a desputar a tal modo que la demanda se multiplicó hasta el crecimiento actual. (Se lo preguntamos al físico, Gonzalo Echagüe Méndez de Vigo , Presidente de la Fundación medio ambiental Conama).
Al final del siglo 19, la revolución industrial arrancó con la fuerza del vapor generado por la combustión del carbón. El siguiente empuje vino de la electricidad producida por la generación hydraulica más que por la combustión de fosiles. Pero el definitivo salto industrial y económico fue el motor de explosión resultado de los derivados del petróleo. Este nueva energía, abundante y barata, en manos de ´Las sietes hermanas´ fue un factor marginal de la economía hasta la mitad del siglo veinte, cuando las productores del petróleo se convierteron en naciones independientes que nacionalizaron esta fuente de riqueza que era el oro negro, y más tarde, constituyeron OPEP, un grupo de presión, alterno a las Siete Hermanas. Estos bruscos cambios facilitaron la introducción de átomo como nueva fuente de energía, la mayor desarrollo tecnológico y mucha inversión. La crísis petrolera de 1973, cuando la OPEP bajó la producción para subir los precios provocó una crisis entre los países industrializados y fue la primera alerta sobre la dependencia cada vez mayor entre crecimiento económico y energía. Además coincidió con las primeros estudios del petróleo como fuente finita y los países empezaron a clasificar no solo como consumidores o productores, sino también por sus reservas de oro negro con un efecto económico inmediato a cada allá de nuevos yacimientos. Fue la era adorada de energía nuclear cuando se construyeron la buena parte de edificios centrales, especialmente en unos EEUU que consume tres veces más petróleo que produce. Por el contrario, el gas no pudo convertirse a una nueva fuente de energía para consumisión masiva, debido a la dificultad de su distribución. El accidente de Tsernobil en 1986, paralizó la construcción de las nuevas centrales en el primer mundo. Con la volatilidad de los precios y el pronóstico del agotamiento de las reservas del petróleo para 2030, el petróleo barato se acabó y la certeza del cambio climático por la emisión de efecto invernadero en la combustión de fosiles convirtió en asunto guvernamental la búsqueda de nuevas energías alternativas. Además de desarrollar la combustión de desechos de biomasa por su con conversión del gas etanol, en medios de la década pasada cristlizó el sueño de convertir la energía infiníta y limpia del sol y del viento, aunque éstas tecnologías son incipientes, su generación discontínua e imposible de acumular. Pero ni éstas energias ni las clásicas pueden aumentar al rítmo exponencial de la demanda, no solo del primer mundo derrochador, sino sobre todo de los países emergentes, superpoblados y en cricimiento imparable.´ (Sigue la entrevista del experto).

Adaptado del podcast presentado por Maria Dolores Albiac mediante Radio Exterior.
Se puede descargar aquí: http://www.rtve.es/alacarta/audios/de-economia/economia-energia-economia-08-07-11/1148347/

6 de julio de 2011

Un ensayo sobre la violencia, Fernando Savater

La violencia y las patrañas

Fernando Savater 13/10/1996; El País 
El otro día me llamaron de un programa radiofónico para preguntarme por un tema de moda: la violencia juvenil. ¿Por qué son violentos los jóvenes actuales?", inquirió el conductor de la emisión, que pareció desconcertarse con mi respuesta: "¿Y por qué no iban a serlo? ¿No lo fueron también sus padres, sus abuelos y sus tatarabuelos?". Naturalmente ni antes ni ahora todos los jóvenes son violentos, pero en cualquier época lo han sido en suficiente número como para preocupar a la sociedad en la que vivían. Después de todo, para ser amenazadoramente violento hay en primer lugar que poder permitirse físicamente serlo y los jóvenes están en mejores condiciones a ese repecto que los veteranos del Inserso. Por eso la mayoría de las comunidades, primitivas o modernas, han desconfiado de la musculosa intransigencia juvenil y han procurado disciplinarla canalizándola hacia empleos socialmente rentables como la caza, la guerra, el deporte o el consumo dé vehículos ultrarrápidos de motor. Lo escandaloso no es realmente la violencia juvenil, posibilidad que en el fondo siempre se da por descontada y con la que muchos adultos cuentan para llevar a cabo proyectos a menudo poco edificantes, sino su ejercicio incontrolado o adverso a intereses aceptados como mayoritarios.

Es entonces cuando se recurre al lamento y se buscan responsables sociales, entre los que nunca se olvida mencionar a la televisión y a los educadores. Veamos hasta qué punto con razón.En un reciente congreso sobre esta cuestión celebrado en Valencia, en el que participaron biólogos, sociólogos, políticos y tutti quanti, un experto americano se descolgó con la noticia de que si los adolescentes redujesen drásticamente su dosis cotidiana de televisión habría anualmente en USA cuarenta mil asesinatos y setenta mil violaciones menos (o al revés, da igual, después de todo se trata de una simple fantasía del buen hombre). Naturalmente, éste es el tipo de majadería seudocientífica que se convierte en un titularde prensa muy goloso y que luego es repetido por gente crédula precedido de la cantinela habitual: "Está demostrado que ...". La reverencia por la televisión es tan grande que no hay efecto mágico- que no estemos dispuestos a reconocerle. Lo, mismo podríamos decir que la violencia televisiva tiene efectos catárticos y disuasorios sobre muchos, de modo que verla cinco horas al día desde la más tierna infancia ahorra por ejemplo ventisiete mil crímenes y treinta mil estupros anuales. No es extraño que en el clima amedrenta do que fomentan estas declaraciones crezcan proyectos de censura audiovisual como el esbozado por el Gobierno en una especie de borrador de ley que se filtró en los medios de comunicación hace poco.

No voy a decir que la sobredosis de truculencia agresiva en la televisión sea inocua, ni siquiera la proliferación de simple estupidez en los programas de mayor audiencia. Tanto ahínco en la memez y la bajeza no constituye un buen síntoma. Pero ni los del GIA argelino, ni los talibanes, ni los jarraitxus, ni los neonazis, ni los que trafican con niños y luego los asesinan necesitan muchas muchas horas de televisión para aprender su barbarie. Las fantasías violentas pueblan nuestros juegos y nuestros sueños desde la infancia: lo grave es no saber cómo distinguirlas de la realidad y desconocer las razones civilizadas por las que debemos evitar ponerlas en práctica. Combatir la imaginación agresiva no resuelve el problema, porque ya sabemos, al menos desde Platón, que lo que distingue al justo del bruto no es la pureza de su fantasía, sino reconocer el mal con que se sueña y descartarlo como guía de acción en la realidad. Un psicoanalista infantil que trató sin remilgos estas cuestiones, Bruno Bettelheim, lo planteó así: "El predominio de imágenes de violencia en las películas y en la televisión estimula la descarga fortuita de violencia, mientras que al tiempo incrementa el temor a la violencia sin hacer nada por promover la comprensión de su naturaleza. Necesitamos que se nos enseñe qué debemos hacer para contener, controlar y encauzar la energía que se descarga en violencia hacia fines más constructivos. Lo que brilla por su ausencia en nuestros sistemas de educación y en los medios de comunicación es la enseñanza y promoción de modos de comportamiento satisfactorios con respecto a la violencia".

Es imposible enseñar nada válido acerca de la violencia si se empieza por considerarla un enigma de otro mundo, algo así como una posesión diabólica que sólo afecta a unos cuantos perversos. Y si la única recomendación que sabe hacerse frente a ella es la de renunciar a sus pompas y a sus obras como quien reniega del demonio, aborreciéndola por completo en pensamiento, palabra, imagen y gesto. Lo cierto (no diré "tristemente cierto" porque las cosas ciertas no son tristes, lo triste es creer en falsedades) es que la cofradía humana está constituida también por la violencia y no sólo por la concordia. ¿Acaso el uso coactivo de la violencia no resguarda las colectividades del capricho destructivo de los individuos o de la ambición de los megalómanos? ¿Acaso no se ha empleado la violencia para derrocar a las tiranías, para obligar a que fuesen atendidas las reivindicaciones de los oprimidos o para impulsar transformaciones sociales? Digámoslo claramente: un grupo humano en el que todo atisbo de violencia hubiese sido erradicado sería perfectamente inerte si no fuese impensable. Recordemos el políticamente incorrecto comportamiento de Cristo con los mercaderes del templo...

Tampoco es pedagógicamente aceptable establecer que a la violencia "nunca se la debe responder con la violencia". Al contrario, lo adecuado es informar de que la violencia siempre acaba por ser contrarrestada con otra violencia y que en eso reside precisamente su terrible peligro aniquilador. Porque todos los hombres podemos y sabemos ser violentos: si no queremos serlo es porque consideramos nuestros intereses vitales resguardados por instituciones que no sólo representan nuestra voluntad política de concordia, sino también nuestra voluntad violenta de defensa o venganza. Apelar a la violencia particular para conseguir nuestros fines es un pecado, pero un pecado de imprudencia porque despierta el espectro feroz de la violencia general que si unas pautas racionales no controlan, nada podrá saciar salvo el exterminio mutuo. Y sin duda las instituciones democráticas no son pacíficas (es decir, incontaminadas por la violencia), sino pacificadoras: intentan garantizar coactivamente un marco dentro del cual las relaciones humanas puedan suspender sus tentaciones violentas sin excesivo riesgo de los individuos y permita que cada cual aprenda a utilizar armas de creación, persuasión o seducción, no destructivas. Por eso la desmoralización social que más fomenta la violencia proviene de ver que los violentos que actúan fuera de la ley -a veces, ay, diciendo representarla- quedan impunes o son recompensados con el éxito.

Vuelvo a la tierra, a mi tierra. En el País Vasco se han extendido una serie de patrañas peligrosas; sobre todo como pedagogía: la de que nuestra comunidad se divide sólo en pacifistas y terroristas, la de que toda violencia es igual venga de donde venga y a lo que venga, la de que quien está en prisión por haber asesinado es una víctima de su carcelero y no un culpable al que se intenta hacer desistir de su agresividad para que no hayan de ser los ofendidos quienes se tomen la justicia por su mano, la de que los jóvenes son "criminalizados" por quienes intentan evitar que cometan crímenes y no por los que les animan a cometerlos, etcétera.

Fernando Savater es catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid.