19 de junio de 2011

Un cambio de estudios o profesión (I)

Si pudiéramos volver atrás, no cambiaríamos nada con respecto a los estudios porque tal como las cosas han evolucionado, debemos seguir estudiando y reformándonos para siempre. Es casi lo mismo con la profesión. No todos acabamos haciendo algo relacionado con nuestros estudios, pero más utilizamos las habilidades que hemos aprendido durante nuestro tiempo en la universidad, por ejemplo socializarnos adecuadamente, coconer cómo buscar información con éxito, y completar todo lo que hemos empezado, incluso, al menos, una carrera. Esa misma capacidad es quizás la más impactante porque nos hace sentir, para algunos por la primera vez, un sentido de orgullo y felicidad por si lográramos un reto con peso. Y sí que es vital ese logro para nuestra realización personal. Es más, como el grado viene junto con el derecho a trabajar en un sector, se da la oportunidad para seguir un paso adelante en la vida.

Sin embargo, cada diez años las cosas cambian en el ámbito de recursos humanos también. En consecuencia, nuevas profesiones llegan para cumplir las necesidades sociales. Y por eso, deberíamos estar preparados para adaptarnos en talas circunstancias como la crisis económica, la búsqueda de empleo constantamente e independientemente de si estamos parado o no, y el aumento de competiticidad a causa de la globalización, la inmigración y la instabilidad política. Hay que esperar que cambiemos de profesión al menos tres veces durante nuestra vida, según los expertos en las oficinas de empleo, en los próximos años.