Es una verdad inequivocable que los ordenadores no solo son importantes, sino también son herramientas obligatorios en nuestra vida cotidiana. Tener y utilizar un ordenador en casa y en el trabajo se ha vuelto de un hecho escaso, el pan de cada día. Sin embargo, la omnipresencia del ordenador en cada rincón de la vida diaria tiene peligros escondidos, especialmente para los niños. En esta exposición vamos a intentar analizar si éstos riesgos resultan má importantes que los beneficios que pueda ofrecer el mundo digital a los menores.
Primero, el ordenador se usa por motivos educativos cuyo beneficio debe de ser obvio. A causa de la rapidez y la relevancia de la inforamción descargada en la pantalla, el impacto educativo es inmediato. Además, esto junto con el efecto simultáneo de los medios audiovisuales contribuye a la transición de la información en una memoria inolvidable. En consecuencia, un niño desde la securidad de su casa puede encontrar información de todo lo que busque, casi gratis. De hecho, los ejemplos del uso de los medios digitales con fines educativos son numerosos. Solo como un ejemplo camos a utilizar el ´aula digital´cuya importancia queda en ese mismo hecho, es decir, el alumno puede seguir aprendiendo desde cualquier sitio conectando con el aula escolar mediante Internet.
No obstante, hay riesgos, sobre todo, en el uso escesivo del ordenador, por ejemplo el niño puede quedar aislado del mundo exterior y atrapado en una realidad virtual. Y, por eso, no consigue poner el conocimineto en práctica. Está bien conocer todo sobre la historia y la cultura de España, pero si no se hace un viaje por aquí, toda la sabiduría del mundo no será consolidada. Otro peligro del uso degital sin medida queda en saber seleccionar la información relevante para aprender, o sea, el niño tiene que ´aprender cómo y qué leer´de nuevo. Esto está claro porque muchos datos que se puede acceder mediante el ordenador; no todos son relevantes.
En secundo lugar, los niños quieren utilizar el ordenador por motivos interactivos, por ejemplo a través de las redes sociales, el correo electrónico, los videojuegos y el comercio digital. En nuestra opinión, este último uso esconde más riesgos independientemente del período de tiempo que se use. Tras las redes sociales los niños pueden dejarse llevar por gente con motivos crminales, pedofilas o, al menos, con identidades falsas. El uso excesivo y sin vigilancia por parte de los parientes, de las redes sociales les roba su privacidad, puede tener como resultado problemas en sus interacciones amistosas o familiares y, es más, culmina al acceso en material prohibido para menores. Ese mismo uso puede empujarles hacia una actitud de toleracia ante actos ilegales, como la descarga ilegal de películas etc. Y eso sin siquiera mencionar el distanciamento ambos físical y spiritual de otra gente y la naturaleza que la inmensa preocupación con el ordenador conlleva para los menores. Los juegos de equipo con amigos en el parque se desplaza con un partido de scrable contra la máquina a solas..., etc.
En suma, por muy útil que sea el uso del ordenador en casa por motivos educativos para los niños, connectarse frecuentemente por fines sociales tiene peligros escondidos. Hace falta que les permitiríamos navegar por Internet solamente para cumplir sus obligaciones escolares. Al menos hasta que sean preparados para afrontar la responsabilidad añadida de los nuevos medio digitales de comunicación.
Primero, el ordenador se usa por motivos educativos cuyo beneficio debe de ser obvio. A causa de la rapidez y la relevancia de la inforamción descargada en la pantalla, el impacto educativo es inmediato. Además, esto junto con el efecto simultáneo de los medios audiovisuales contribuye a la transición de la información en una memoria inolvidable. En consecuencia, un niño desde la securidad de su casa puede encontrar información de todo lo que busque, casi gratis. De hecho, los ejemplos del uso de los medios digitales con fines educativos son numerosos. Solo como un ejemplo camos a utilizar el ´aula digital´cuya importancia queda en ese mismo hecho, es decir, el alumno puede seguir aprendiendo desde cualquier sitio conectando con el aula escolar mediante Internet.
No obstante, hay riesgos, sobre todo, en el uso escesivo del ordenador, por ejemplo el niño puede quedar aislado del mundo exterior y atrapado en una realidad virtual. Y, por eso, no consigue poner el conocimineto en práctica. Está bien conocer todo sobre la historia y la cultura de España, pero si no se hace un viaje por aquí, toda la sabiduría del mundo no será consolidada. Otro peligro del uso degital sin medida queda en saber seleccionar la información relevante para aprender, o sea, el niño tiene que ´aprender cómo y qué leer´de nuevo. Esto está claro porque muchos datos que se puede acceder mediante el ordenador; no todos son relevantes.
En secundo lugar, los niños quieren utilizar el ordenador por motivos interactivos, por ejemplo a través de las redes sociales, el correo electrónico, los videojuegos y el comercio digital. En nuestra opinión, este último uso esconde más riesgos independientemente del período de tiempo que se use. Tras las redes sociales los niños pueden dejarse llevar por gente con motivos crminales, pedofilas o, al menos, con identidades falsas. El uso excesivo y sin vigilancia por parte de los parientes, de las redes sociales les roba su privacidad, puede tener como resultado problemas en sus interacciones amistosas o familiares y, es más, culmina al acceso en material prohibido para menores. Ese mismo uso puede empujarles hacia una actitud de toleracia ante actos ilegales, como la descarga ilegal de películas etc. Y eso sin siquiera mencionar el distanciamento ambos físical y spiritual de otra gente y la naturaleza que la inmensa preocupación con el ordenador conlleva para los menores. Los juegos de equipo con amigos en el parque se desplaza con un partido de scrable contra la máquina a solas..., etc.
En suma, por muy útil que sea el uso del ordenador en casa por motivos educativos para los niños, connectarse frecuentemente por fines sociales tiene peligros escondidos. Hace falta que les permitiríamos navegar por Internet solamente para cumplir sus obligaciones escolares. Al menos hasta que sean preparados para afrontar la responsabilidad añadida de los nuevos medio digitales de comunicación.