Diario de viaje: Sevilla

Durante los días festivos todo está cerrado en Sevilla aparte de la plaza de los toros. Existe una intensa polémica sobre las corridas de toros que es, desde luego, por un lado un tema cultural y, por otro, una cuestión política. Algunas comunidades como, por ejemplo, en Cataluña se ha votado la prohibición de las corridas a partir de 2012, pero en Andalucía ese espectáculo no solo siga formando parte de la tradición andaluz, sino también atrae mucha audiencia tanto entre los españoles como los turistas. No hay que olvidar que la tierra donde nació el espectáculo es una ciudad que se sitúa en la provincia de Málaga, Ronda.  

Sevilla en Agosto era como una metrópolis desierta, dejada en el olvido, bajo el calor del sol. El mercado estaba cerrado, no podía encontrar restaurantes ni siquiera un tapas bar para comer. Tras el descubrimiento de América en 1452, Sevilla se convirtió en de los más importantes centros comerciales del imperio, al que se debe su nombre como el Puerto de Indias.

Los andaluces hablan con un acento muy distinto, lo que es una experiencia de aprendizaje para los extranjeros que intentan desenvolverse en español. Por supuesto, para mi fue un reto hablar, pero para el tercer día me había acostumbrado a la manera de comunicación hasta que me pareció muy genial. La última fotografía es de una corrida de toros que me fui a ver, solo para formar una opinión propia sobre el espectáculo que podría defender por si acaso el tema saliera en una conversaciòn. La audiencia tiene su manera de animar al torrero o mostar su desacuerdo y como los ingleses en su parlamento, los españoles participan en una manera extrovertida y ruidosa. Despuès de matar al pobre toro, lo comen.  Los torreros llevan una vida como las personas

famosas. El hecho de que los medios de comunicaciòn se ocupen de su vida privada añade a la complejidad de su imagen pùblica. Por lo que veo, la profesiòn de torrero es algo que se pase de los padres a los hijos y, a su mayorìa, todos los torreros han sido hombres. Sin embargo, la audiencia en España muestra la misma pasiòn tanto por las corridas como para el fùtbol.