En la sociedad actual, se dice con frecuencia que los jóvenes son unos irresponsables, aunque las condiciones de vida sean mejores que antes.
Por un lado, no es justo reprochar a los jóvenes debido a los factores siguientes:
1. Siempre hemos tenido malas condiciones de vida. Por ejemplo, nuestros padres sobrevivieron una dictadura. Sin embargo, nosotros estamos sufriendo de los problemas de la crisis económica, como la amenaza del desempleo.
2. Los mayores están en parte responsables por el estilo de vida que tenemos ahora. Como un ejemplo, los partidos políticos que nos han desengañado fueron elegidos por los padres.
3. Citado modo de vida empeora el conflicto generacional. Pese al progreso de los medios de transporte y de comunicación, nunca estaríamos mas alienados de nosotros.
4. Los avances tecnológicos; como ejemplo la rapidez con la que las cosas cambian ahora en relación con las décadas pasadas. De hecho, no disponemos del tiempo adecuado para relacionarnos con los mayores, ni disfrutar de sus experiencias.
Por otro lado, los mayores han ganado el derecho de reprocharnos. ¿Si no lo hicieran ellos, en quien podríamos confiar para aconsejarnos?
Para mí, lo que los padres dicen, viene de nuestra incapacidad de establecer relaciones solidas. Hablando de mi experiencia personal, estoy llegando de una familia grande, nuclear y cariñosa. Para arreglar los problemas, siempre hemos acudido al diálogo. A veces, discutimos. Pero, eso es mejor que si no habláramos nada con nosotros.
En suma, sí que tenemos problemas. Pero, si hubiéramos llevado una relación personal con los mayores, no habríamos adquirido tan mala reputación, como unos no comprometidos.